Antecedentes de la Plata Coloidal como terapia curativa

La utilización de la plata con fines terapéuticos se remonta a más de 2,400 años. Desde la antigua Grecia, Hipócrates (400 a.C.) recomendaba un polvo extrafino de plata, conocido como flor de plata, para cicatrizar heridas ulceradas.

En el año 78 a.C., Plinio el Viejo, en su célebre obra Historia Natural, describía las propiedades terapéuticas de la plata, afirmando que “es muy eficaz para la cicatrización de las heridas cuando se incorpora a yeso”.

Durante el siglo VIII d.C., Abir Ibn Hayyan, considerado por muchos como el padre de la química moderna, fundó la escuela árabe de farmacia, astrología y química, y documentó las notables propiedades curativas del nitrato de plata en sus más de 2,000 tratados.

A lo largo de estos siglos, la plata se empleó principalmente en forma de sales, sulfas y nitratos, generalmente de manera tópica. Entre los siglos XIII y XIX, las casas reales y la burguesía también aprovecharon sus propiedades conservantes, empleando jarras y utensilios de plata para preservar líquidos y alimentos, observando con ello una notable disminución de las enfermedades gastrointestinales.

El verdadero punto de inflexión en la historia de la plata llegó en 1880, cuando el científico alemán Georg Bredig desarrolló la primera técnica controlada para la producción de plata coloidal mediante electrólisis, conocida como el método Bredig en su honor. Este avance, basado en la aplicación de corriente directa, marcó un antes y un después al permitir la obtención de un coloide de plata estable, seguro y de alta eficacia terapéutica. Puede decirse que Bredig fue pionero en el uso de nanotecnología para la salud.

Desde entonces, la plata coloidal producida por electrólisis se consolidó como una herramienta confiable respaldada por la ciencia. Paso de aplicarse en forma tópica a ser administrada por medio oral, Intravenosa, Inhalada, y varios métodos más.

Sin embargo, su uso fue relegado con la irrupción de los antibióticos promovidos por la industria farmacéutica, comúnmente conocida como “Big Pharma”.

Hoy en día, los avances en la producción de plata coloidal han permitido mejorar sustancialmente su calidad, seguridad y efectividad, reafirmando su papel como un recurso terapéutico valioso que combina tradición e innovación.